La migración de la producción de Norteamérica a China comenzó hace 20 años. Entonces las empresas creyeron que, gracias a la mano de obra barata y a otros estímulos, sus costes de producción podrían reducirse entre un 30 y un 40 %. Sin embargo, las grandes expectativas se vieron decepcionadas sin excepción. Teniendo en cuenta el incremento de los costes salariales, los derechos de aduanas y otros costes relacionados con la producción en China, ha comenzado un nuevo traslado de la producción – esta vez de regreso a Norteamérica, una tendencia que han denominado "Reshoring“. Aquí ofrecemos una visión general, con motivo de la próxima edición de K 2013, la mayor feria mundial de plásticos y caucho, que se celebrará del 16 al 23 de octubre en Düsseldorf.
El término Reshoring fue acuñado en 2012 y significa el regreso de diversos tipos de producción desde China a los EE.UU. y Canadá. El motivo es que China se está volviendo demasiado cara en cuanto a costes salariales y de otro tipo, para que las empresas norteamericanas puedan lograr los márgenes de beneficios a los que aspiran.
Las diferencias de costes entre los EE.UU. y China "se encuentran en proceso de nivelarse“, explica David Sievers, Director de Estrategia y Operaciones en The Hackett Group, una empresa de consultoría mundial de Miami, Florida/EE.UU. Cuando se suman todos los gastos, los costes de la producción en China y el transporte a los EE.UU. para un fabricante de dicho país son actualmente de 84 centavos por dólar, según el Sr. Sievers. Con esta proporción, es "pura cuestión de suerte“ que la producción en China reporte una ventaja económica.
El factor principal de esta tendencia son los costes salariales. Los costes salariales en China crecen anualmente entre un 15 y un 18 %. Los costes aumentan también en otras áreas: Los incentivos fiscales se desvanecen, la energía es cara y los costes de transporte aumentan. Sievers designa todos estos gastos como "Total Landed Cost“ (TLC, los costes de fabricación a lo largo de toda la cadena de suministro). Éstos incluyen: inversiones de capital, costes de producción, manipulación y almacenamiento, costes de tránsito, derechos de aduanas y otros impuestos, recepción y distribución en Norteamérica, inspecciones de productos, solución de problemas de calidad y costes salariales.
Según Sievers, la diferencia del 16 % entre los TLC y los costes de producción en los EE.UU. se alcanzó este año. Él considera que esto hará que muchas empresas repatrien de nuevo su producción a Norteamérica. The Hackett Group no ha estudiado las oportunidades del sector de plásticos, explica Michel Janssen, Director de Investigación, pero "se puede estar totalmente seguro de que la industria de los plásticos se beneficiará cuando los principales fabricantes recuperen puestos de trabajo.“
Otro analista, Boston Consulting Group de Boston, Massachusetts/EE.UU., ha identificado siete sectores de producción que se encuentran cerca del punto de inflexión del Reshoring. Entre ellos se incluyen también los productos de plástico y caucho. Pero existen también otros sectores en los que se utilizan grandes cantidades de plásticos: transportes, equipos eléctricos, electrónica y ordenadores.
Algunos observadores consideran que el Reshoring tendría repercusiones considerables en el mercado laboral de Norteamérica. Harry Moser, fundador de Reshoring Initiative en Kildeer, Illinois/EE.UU., estima que con el Reshoring se han creado en los últimos tres años, en todos los sectores de los EE.UU., unos 50.000 puestos de trabajo de producción. Hasta 2015 prevé que se creen otros 500.000 nuevos puestos de trabajo de producción.
El Sr. Moser ha desarrollado un software para análisis de costes. Este software se encuentra disponible gratuitamente para usuarios registrados con el nombre "Total Cost of Ownership“ (TCO) en su página web (www.reshorenow.org). Con el programa, los responsables de tomar decisiones pueden valorar los costes reales de fabricación en China, mediante la comparación de factores de costes. Moser está convencido de que cuando las empresas realicen un análisis de sus centros de producción en el extranjero con la ayuda del software TCO, los ahorros calculados en base al precio del producto se desvanecerán.
Un aspecto de la producción norteamericana que influye en el Reshoring es la productividad creciente de la mano de obra y la búsqueda de reducciones de costes por parte de las empresas. En marzo de 2013, The Hackett Group realizó un estudio según el cual los fabricantes de los EE.UU. de todos los sectores "pretenden una agresiva reducción de los costes de fabricación de un 1,5 % (Cost of Goods, COG) para 2013, … para aumentar el margen de beneficio.“
Un factor principal es el aumento de la productividad interna, que podría suponer el 50 % de las reducciones de costes. The Hackett Group explica que las empresas realizaron en 2011 una "agresiva externalización“ para reducir los costes de fabricación. El índice de reducción medio de los costes de fabricación fue en 2011 del 0,3 %. En 2012, la estrategia de reducción de costes comenzó a desplazarse de la externalización a la productividad interna. En ese año, las empresas lograron un índice de reducción de costes total del 1,5 %. Si logran reducir también los costes de fabricación un 1,5% en 2013, en sólo dos años, las empresas habrán multiplicado el índice de reducción de costes por 10.
El Boston Consulting Group considera que mediante el incremento de la productividad, las reducciones de costes y el Reshoring crecerá también la exportación y hasta finales de la década se crearán en los EE.UU. de 2,5 a 5 millones de nuevos puestos de trabajo. Según un estudio de BCG publicado el último año, las reducciones de costes y los precios de la energía eléctrica y el gas natural comparativamente bajos podrían proporcionar a los EE.UU. una "ventaja de costes de exportación de entre el 5 y el 25 %“ hasta 2015, respecto a Alemania, Italia, Francia y Gran Bretaña, así como Japón. De este modo, los EE.UU. podrían reducir la cuota de exportación de los cuatro países europeos del 2 al 4 % y de Japón incluso del 3 al 7 %, hasta finales de la década. Esto podría aumentar las exportaciones de los EE.UU. a estos países en 69.000 millones de euros y, en todo el mundo, 99.000 millones de euros.
Durante casi 20 años, China fue considerada como el futuro de la producción: Era Goliat en una imparable carrera triunfal en todo el mundo. El Reshoring muestra que el compromiso para aumentar la productividad y reducir los costes, la calidad de los productos y el servicio al cliente es un modelo mejor para el crecimiento persistente que una estrategia basada, casi exclusivamente, en los precios.