Los sistemas de refrigeración de film de burbuja disponibles hoy en el mercado pueden dividirse en dos categorías: los directos (o sea, con expansión directa del gas en el interior de la batería que produce el aire frío) y los indirectos (los que operan con agua fría enviada al interior de la batería por medio de un bomba). En base a esta subdivisión, Eurochiller entiende que la puesta a punto de un sistema de tipo directo es una elección obligada para proponer una tecnología de refrigeración de los film de burbuja que resulta efectivamente innovadora, eficaz, eficiente y económica. Con este fin se propone la gama de sistemas ABF que, a pesar de sus pequeñas dimensiones, permiten suministrar aire frío y deshumidificado con un reducido consumo energético y elevada precisión. En efecto, el control de la expansión directa del gas en el interior de una batería es un procedimiento un poco más complejo respecto al uso del agua fría movida por una bomba y proveniente de un evaporador frigorífico. La dificultad no reside tanto en la realización del sistema, como en el control térmico en continuo del aire de salida, estando este último sujeto a variables de temperatura y de caudal. El modelo ABF TRES Inverter puede controlar al mismo tiempo hasta tres temperaturas del aire y modificar la velocidad de rotación del compresor con la correspondiente potencia, adecuando los consumos eléctricos según las exigencias productivas reales. Para sufragar esta elección tecnológica, Eurochiller ha efectuado una serie de test confrontando el propio sistema directo con uno de tipo indirecto. De tal comparación resulta que, a igualdad de potencia de refrigeración, el sistema indirecto consume más agua y energía eléctrica (con incrementos del orden del 22,9 y 109,5%) y necesita hasta el 75,6% de más espacio en suelo. Además la temperatura mínima alcanzable por el sistema indirecto es de 12ºC contra los 3ºC del directo.